Aquí tenéis algunos ejemplos de cómo funcionan las cosas en Murcia respecto al tema inmobiliario. Como digan de investigar aquí como en Marbella se va a montar una muy gorda con nuestros alcaldes y, como no, con nuestro Presidente de la Comunidad, que tiene a media familia metida en el ajo. Para el que no sepa mucho sobre la situación política en Murcia le recordamos que aquí gobierna el Partido Popular; famoso por el respeto al medio ambiente, la cultura y el patrimonio artístico.
Primero un ejemplo de cómo cuidamos en Murcia del Patrimonio Histórico. ¿Ciudadela romana en Mazarrón de los siglos II al I a. C.? No hay problema... la tapamos y hacemos 500 viviendas...
Enlace: Cubren la ciudadela romana para edificar 500 viviendas.
Ahora otro ejemplo sobre la ecología. En Murcia también somos muy ecologistas... Por ejemplo: tenemos una finca afectada por la máxima protección ambiental. No hay problema. Si molesta la vegetación para construir una urbanización se arrasa y ya está lista para construir. ¿Y si el Gobierno Central presenta un recurso de Medio Ambiente? No pasa nada, nuestro Gobierno Regional del Partido Popular se alía con la constructora y ya está.
Enlace: Arrasan la vegetación en Cabo Cope.
Otra muestra más de los parajes protegidos es la Cueva Negra de Fortuna, santuario pagano con tituli picti o textos latinos pintados entre los que sobresalen fragmentos de la Eneida de Virgilio. Pero el alcalde de Fortuna, del Partido Popular, piensa que esto no sirve de mucho. Total, ¿a quién le puede interesar un texto del siglo I a.C.? Eso estará caducado ya, ¿no? Pues eso: aquí pega otra urbanización. Van a construir casi mil viviendas justo encima de la Cueva Negra. La silueta de la Sierra del Baño quedará para siempre tapada con el ladrillo devorador de nuestro territorio.
Enlace: Ecologistas en Acción presenta alegaciones al Plan de Urbanismo de Fortuna.
¿Véis como en Murcia sabemos hacer la cosas bien? Sólo es cuestión de proponer soluciones, y los alcaldes del Partido Popular en Murcia saben hacerlo muy bien. ¿Restos arqueológicos? Para qué, si podemos hacer viviendas. ¿Espacios protegidos? Para qué, si podemos hacer un resort con campo de golf. ¿Bien de Interés Cultural (BIC)? No nos hace falta tanta cultura; pero sí necesitamos más adosados con piscinas.
Además, es mejor no quejarse, porque si te quejas te amenazan, te chantajean, te censuran o te llaman "ignorante" y te acusan de "vilipendiar".
Otra cuestión importante en Murcia es la necesidad imperiosa que tenemos todos/as los/as murcianos/as de jugar al golf. Ya no nos gusta el fútbol, ni los toros, ni el dominó: ahora sólo queremos jugar al golf. Para ello necesitamos campos de golf, pero además, como somos muy chulos, los vamos a hacer donde haya menos agua... ¿Dónde hay un secarral? Pues allí construimos un campo de golf con 15.000 viviendas. ¿Somos listos, o qué?
Enlace: En Murcia hay proyectados 42 campos de golf.
Como ejemplos de esta imperiosa necesidad de jugar al golf os muestro cuatro ejemplos más que se presentan muy gratificantes para los golfistas, y que dejan de manifiesto la diferencia entre la palabra GOLF y la palabra GOLFO.
Los ecologistas de Cieza denuncian que el Ayuntamiento de Cieza pretende autorizar el proyecto urbanístico de Cieza Golf, S.L. (una urbanización de 8.000 viviendas con campo de golf en suelo no urbanizable).
Mientras tanto, el Secretario de Territorio afirma que la costa de Murcia "está adquiriendo tintes preocupantes". ¿Por qué? ¿Faltan más campos de golf? Tranquilo, eso aquí no es problema...
De hecho, hay quien dice que la Costa del Sol pronto cambiará su nombre por el de Costa del Golf...
Además, tampoco hay que preocuparse, porque parece ser que existen numerosos campos de golf en situación de ilegalidad, incumpliendo la Declaración de Impacto Ambiental. Pero todo eso del medio ambiente no lo tiene en cuenta el Gobierno Regional de Murcia. ¿Arbolitos...? Mejor hoyos.
En los próximos días os iré poniendo más ejemplos de cómo funciona nuestro Gobierno Regional. Murcia NO se vende... aunque creo que hemos llegado tarde...
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